La esperanza puede sonar como una melodía, y en esta ocasión, se escucha con fuerza en cada estrofa de Todos merecemos un hogar, una canción que rinde homenaje a las familias temporales que abren su corazón para brindar amor, protección y abrigo a niñas, niños y adolescentes que lo necesitan.

En el marco del Día Mundial del Acogimiento Familiar, la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) celebró también el Día de la Madre, reconociendo a mujeres que, sin ser madres biológicas, han cuidado con ternura a niños y niñas en situación de protección.

“Este es un programa que evita la institucionalización y permite que los niños vivan, aunque sea por un tiempo, con una familia y no en una institución”, explicó el Secretario de Bienestar Social, Marvin Rabanales García. Entre los testimonios más conmovedores, se escucharon las voces de familias que han acogido a más de una docena de niños y de quienes han brindado abrigo a pequeños con discapacidad. “Son actos de amor, de desprendimiento”, afirmó.

La jornada también marcó el lanzamiento oficial de una campaña de sensibilización que usará como estandarte La emotiva canción compuesta por el equipo de Music Masters de M&M Entertainment International. Su representante, Kenneth Marroquín, describió la experiencia como un privilegio: “No sólo hacemos responsabilidad social, sino que nos involucramos de forma colectiva. Esta canción nace del corazón, y está hecha para tocar el alma”.

El tema, que combina sonidos afrobeat, pop, gospel y marimba guatemalteca, fue creado en colaboración con los productores Ramuel Ramos y Eduardo Cofiño. “Queríamos que cada palabra llegara directo al corazón, que retratara lo que un niño puede sentir en los momentos más difíciles”, compartió Ramos. El proceso creativo fue intenso y profundamente emocional, especialmente al construir la parte del rap, que refleja la soledad y resiliencia que viven muchos niños bajo resguardo estatal.

Durante el evento, la Subsecretaria de Protección, María José Ortiz, reafirmó el compromiso institucional: “Hoy reconocemos el valor inmenso de las familias de acogimiento. Gracias a ellas, muchos niños pueden vivir rodeados de amor mientras su situación legal se resuelve”.

Judith, colaboradora del Departamento de Acogimiento Familiar, también ofreció un testimonio desde su experiencia: “En estos once años hemos visto transformaciones reales. Nuestros niños necesitan hogares que los amen, que los escuchen y que los acompañen”.

En una sociedad donde la protección empieza por el amor, la SBS recuerda que abrir las puertas de una casa puede ser el primer paso para cambiar una vida. Porque sí, todos merecemos un hogar.

Texto: Carolina Hernández
Fotografías: José López

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