En un espacio de escucha, reflexión y aprendizaje conjunto, el Programa de Familias Sustitutas de la Secretaría de Bienestar Social participó en un importante taller de retroalimentación sobre los estándares de atención en el acogimiento familiar temporal. Esta jornada fue facilitada por UNICEF, con el apoyo de IEPADES, y contó con la participación activa de los cooperantes Buckner Guatemala, Vida para Niños, History y LWB, junto a sus equipos multidisciplinarios.

Durante cinco horas de trabajo intenso y colaborativo, realizado en las oficinas de UNICEF, se abordaron temas fundamentales para mejorar las prácticas en la atención y gestión de casos de niñas, niños y adolescentes que se encuentran bajo cuidados alternativos. La actividad se enfocó en compartir experiencias, analizar los mecanismos actuales de trabajo y, sobre todo, en fortalecer las rutas de acción para garantizar derechos esenciales como la identidad, la educación, la salud y el bienestar emocional.
“Este taller nos permitió estandarizar procesos y metodologías que ayuden a brindar una atención más coherente, sin importar si hay cambios de personal o de administración. Lo importante es que cada niña, niño y adolescente reciba siempre el mejor acompañamiento posible”, compartió Cristina Quintanilla, jefa del Programa de Familias Sustitutas.



El encuentro también fue una oportunidad para reforzar la importancia del trabajo en equipo y la formación continua, pilares clave para garantizar que el acogimiento familiar temporal sea verdaderamente una experiencia de protección, estabilidad y afecto para quienes más lo necesitan.
En este proceso, los equipos multidisciplinarios —integrados por trabajadoras sociales, psicólogas y profesionales de diferentes áreas— juegan un papel fundamental: son ellos quienes evalúan, acompañan y velan por que cada decisión tomada esté enfocada en el interés superior de la niñez.

Estos espacios formativos no solo enriquecen las capacidades
técnicas, sino que también fortalecen la red humana que permite que muchos
niños, niñas y adolescentes encuentren, aunque sea de manera temporal, un hogar
seguro donde puedan sanar, crecer y desarrollar su potencial.
Texto: Comunicación Social
Fotografías: Subsecretaría de Protección