Con convicción y humanidad, más de 50 profesionales recibieron su diploma tras finalizar los programas formativos impulsados por la Subsecretaría de Reinserción de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), un paso firme hacia una gestión más digna, especializada y transformadora para los adolescentes privados de libertad.
El acto de graduación reunió a las promociones séptima, octava y novena de aspirantes a agentes de vigilancia y tratamiento juvenil, así como a la primera generación de directores y subdirectores certificados en el modelo de gestión juvenil con enfoque en derechos humanos y estándares de seguridad.
“Este diplomado no solo nos entrega herramientas técnicas, también nos reafirma que la custodia debe ejercerse con firmeza, pero con dignidad”, expresó Leonel Guerra, director de Operaciones y Logística de la SBS, durante su discurso. Con emotividad, recordó que la verdadera justicia nace del respeto, y la reinserción, de un entorno digno.
Los programas, diseñados junto a instituciones como el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala (IDHUSAC), el INEES y el apoyo de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de la Ley (INL por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos, han permitido profesionalizar a quienes están en la primera línea del acompañamiento de adolescentes que cumplen sanciones privativas de libertad.
Durante el acto, el subsecretario de Reinserción, Carlos Menchú, destacó la importancia de ver más allá de la sanción:

Subrayó que la reinserción efectiva no se logra solo con educación y custodia, sino también con oportunidades laborales reales al finalizar la sanción. “De nada sirve todo este proceso si el día que salen, se encuentran otra vez solos y sin futuro. Por eso estamos trabajando con empresas aliadas para que cada egresado tenga una oportunidad real de empezar de nuevo”, agregó.
“Custodiar no es solo vigilar. Es proteger, orientar y sembrar esperanza”, señaló uno de los formadores. En esa línea, se destacó que estos nuevos profesionales no están llamados a ser guardianes, sino agentes de cambio capaces de comprender que detrás de cada adolescente hay una historia que puede transformarse.






Durante la ceremonia, también se hizo un llamado claro: dejar atrás el enfoque meramente punitivo. “Ya no se trata de proteger a la sociedad de estos jóvenes. Se trata de preparar a estos jóvenes para regresar a la sociedad y convertirse en parte activa de ella”, señaló el representante de INL, Jorge Alonso.
El evento fue también un momento de reconocimiento a quienes, desde las aulas, han contribuido con sus conocimientos para fortalecer esta nueva visión de justicia juvenil. La directora de centros especializados, Rosa Idalia Payes, expresó su gratitud a los graduandos y reiteró el compromiso de la SBS con un abordaje integral y humano.
Desde las palabras hasta los aplausos finales, la ceremonia recordó una verdad poderosa: la seguridad y la rehabilitación no están reñidas con la dignidad. Y hoy, más que nunca, el Modelo de Gestión Juvenil continúa transformando.
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Luis Sajché